La tenista puertorriqueña Mónica Puig y el atleta sudafricano Wayde van Niekerk se convirtieron en los reyes de las grandes revelaciones de los Juegos Olímpicos de Río 2016, que este domingo se clausuran.

La cita brasileña fue más de confirmaciones de los grandes dioses del olimpo que de crear nuevas estrellas universales, y ahí es donde se abren un hueco dorado, estelar, los nuevos campeones olímpicos de tenis y de los 400 metros.

La jugadora de San Juan fue la primera en hacer sonar el himno de Puerto Rico. 'Pica Power' enlazó una sucesión de triunfos ante varias de las favoritas, la española Garbiñe Muguruza, la checa Petra Kvitova y por último en la final a la alemana Angelique Kerber, vigente número dos del mundo y ganadora en el Abierto de Australia, para romper todos los pronósticos y coronarse campeona olímpica.

Van Niekerk, un semidesconocido para el gran público, pero tremendamente valorado en el mundo del atletismo por su versatilidad dentro de las pruebas de velocidad, refrendó su título mundial de 400 metros con el cetro olímpico.

Pero su inclusión entre las revelaciones se debe principalmente a la hazaña que desplegó en el estadio Olímpico al batir el viejo récord mundial que tenía el estadounidense Michael Johnson desde Sevilla'99. Con un crono de 43.03, el sudafricano rebajó en 15 centésimas la plusmarca de Johnson. Fue una marca de impacto tras una soberbia exhibición.

Con una mezcla de revelación y sorpresa saldaron su participación dos ilustres tenistas, el argentino Juan Martín del Potro y el español Rafa Nadal. Ambos llegaban tras una dura etapa marcada por las lesiones y los problemas físicos. Incluso en balear tuvo en duda su participación hasta poco antes de empezar el torneo olímpico.

Nadal se sobrepuso a todo y con un despliegue casi inhumano acabó por conseguir el oro en dobles junto a Marc López y protagonizó una semifinal para el recuerdo con Del Potro, que se llevó la victoria y a la postre la plata en el cuadro individual al perder contra el británico Andy Murray.

El triunfo de la también española Carolina Marín en la competición individual femenina de badminton no se puede considerar una sorpresa, pero sí un hito histórico porque se convirtió en la primera jugadora no asiática que se cuelga el oro en un deporte que habían dominado las volantistas de dicho continente.

Los 'Leones' argentinos revirtieron los pronósticos en el torneo masculino de hockey. No arrancaron demasiado bien, pasaron la fase de grupos con apuros, pero la apurada victoria ante España en cuartos, con un gol polémico a 1.27 del final, le abrió el camino de la historia.

Con una actuación estelar de Gonzalo Peillat -once tantos-, Argentina se deshizo en semifinales de la todopoderosa Alemania (5-2) y en la final de Bélgica (4-2), para lograr su primer título, algo que consiguió también, en féminas, Gran Bretaña, que acabó con el reinado de Holanda, a la que superó en la final en la tanda de penaltis.

Honduras sorprendió a propios y extraños en el torneo masculino de fútbol, aunque al final no encontró el premio del podio. El colombiano Jorge Luis Pinto, que había hecho brillar a Costa Rica en el Mundial de Brasil 2014, llevó al conjunto catracho a su máxima cota olímpica.

La 'H' eliminó a Argentina en un auténtico batacazo para la Albiceleste y superó los cuartos ante Corea del Sur. Su peor prestación fue precisamente en semifinales ante Brasil, ante la que perdió por 0-6. Luego, en la lucha por el bronce, nunca se rindió pese a tener un 0-3 en contra y acabó por acercarse al milagro (2-3).

La selección china femenina de voleibol asestó un duro golpe a Brasil, a la que derrotó en cuartos en un durísimo encuentro y acabó por festejar un título que no lograba desde hacía 32 años. Bajo la dirección de Lang Ping, apodada 'Martillo de hierro', una exfigura del deporte del gigante asiático, le dio a su país uno de los principales podios de Río.

Las alemanas Laura Ludwig y Kira Walkenhorst se llevaron un oro destinado, señalado, para Brasil, el del voley playa femenino. El estadio de Copacabana contempló, atónito, como las campeonas de Europa arrebataban el triunfo en la final a dos diosas de este deporte, Agatha Bednarczuk y Barbara Seixas, y además en dos mangas.

El británico Nick Skelton consiguió, en sus séptimos Juegos Olímpicos, al fin la victoria en el concurso individual de saltos de obstáculos. No estaba en las quinielas, pero junto a 'Big Star', se convirtió con 58 años en el campeón olímpico más veterano en Río.

Fehaid Aldeehani fue el primer deportista que logró el oro sin representar a ningún país. El kuwaití, que compitió con el equipo de Atletas Independientes, se impuso en la final de doble trap en tiro.

Otro veterano, el argentino Santiago Lange, tuvo que esperar a los 55 años para coronarse campeón olímpico, en su caso en la clase Nacra 17 de vela. Las brasileñas Martine Grael, hija del mítico Torben Grael, y Kahena Kunze sorprendieron en 49er.

EFE